Policiales

El aberrante pasado del hombre acusado de abusar de su bisnieta

El hombre de 63 años había sido condenado por violar y reducir a la servidumbre a una mujer de 18 años, que había sido abusada de niña y se encontraba en situación de vulnerabilidad extrema. En septiembre del año pasado sufrió un triple infarto en la cárcel de Ezeiza y lo beneficiaron con el arresto domiciliario.

La Fiscalía Federal presentó un pedido para que se le revoque el beneficio del arresto domiciliario a J.M.A., el hombre de 63 años que violó y prácticamente esclavizó a una mujer y que fue detenido en las últimas horas luego de haber sido acusado de haber abusado de su bisnieta de tres meses en el interior de la casa del barrio Puerto, donde debía pasar el resto de su condena de 6 años.

El hombre había recibido el beneficio del arresto domiciliario el pasado 20 de septiembre, luego de haber sufrido un triple infarto en la cárcel federal de Ezeiza donde debía cumplir con su condena. Según el informe realizado por el Hospital Penitenciario de Ezeiza, no se recomendaba que continuará detenido allá porque “no se podían atender a sus condiciones frágiles de salud”.

Si bien se le había negado el arresto domiciliario en el pasado, ante esta situación la Justicia Federal se la otorgó y J.M.A. volvió a su casa del barrio Puerto, donde en 2017 había retenido contra su voluntad a una mujer durante 7 meses, a quien obligaba a limpiar el lugar, la violaba prácticamente a diario y le robaba el dinero del plan Progresar.

R.N.C. tenía 18 años cuando en mayo de 2017 se fue a vivir a la casa de un amiga que había conocido en la escuela técnica, y que le había dicho que en su casa, junto a su padre, viviría mucho mejor que en el hogar “La Palestra”, una casa para niños y adolescentes en riesgo de la Municipalidad General Pueyrredon.

La vida de la joven había estado signado por los maltratos y abusos. A los 11 años la Justicia de Familia la separó de su madre, ya que su pareja la violaba, por lo que desde entonces estuvo institucionalizada, en diferentes hogares para niños de la provincia de Buenos Aires hasta que, tras haber cumplido la mayoría de edad, se vio obligada a dejar el Hogar de Niñez y Adolescencia “Rosa Alba Ciampa” de La Plata y venir a Mar del Plata.

En situación de vulnerabilidad extrema, sin trabajo ni familiares, R.N.C. comenzó a estudiar en una escuela técnica y se registró para poder cobrar el plan Progresar.

J.M.A. y su hija se aprovecharon de esta situación de vulnerabilidad de la víctima y la invitaron a vivir con ellos en su casa del barrio Puerto, donde lejos de mejorarle la vida se la convirtieron en un auténtico infierno.

R.N.C. llegó a esa vivienda en mayo de 2017 y a los pocos días el hombre, que hoy se encuentra detenido por abusar de su bisnieta, le prohibió salir del lugar, la amenazó de muerte y le retuvo el DNI. Además, la obligaba a dormir con él en la misma cama, la abusaba sexualmente a diario, le obligaba a limpiar el lugar y le cobraba el dinero que recibía  mes a mes del plan Progresar. Además, la ofrecía para que sus amigos también la abusaran sexualmente.

Durante estos meses, J.M.A. contó con la colaboración de su hija, quien no solo fue la persona que la invitó a vivir en el lugar, sino que también era la encargada de cobrar mes a mes el dinero del plan Progresar en el Banco Nación del  Puerto.

Desesperado pedido de ayuda por Facebook

“Me pasó algo terrible”, pudo contarle el 18 de noviembre por Facebook R.N.C. a una amiga que había conocido en el Hogar de Niñez y Adolescencia “Rosa Alba Ciampa” de La Plata. El mensaje fue por Facebook y no fue extenso, pero sí contundente: “Me pasó algo terrible, estoy con un viejo de mierda que no me deja ir, ya me dijo que si hago la denuncia en la comisaría el entra y sale, tengo miedo, y se va a poner más loco de lo que está”.

La amiga de la víctima radicó la denuncia e inmediatamente se inició una investigación, que contó con el trabajo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, quienes se contactaron por Facebook con R.N.C., quien si bien no sabía dónde se encontraba y no podía ver hacia el exterior del lugar, sí tenía en claro que debía cobrar el plan Progresar en el Banco Nación del Puerto.

Fue así como el 14 de diciembre de 2017, después de estar siete meses cautiva, R.N.C. fue rescatada por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, con quienes había coordinado un encuentro a través de Facebook en Edison y 12 de Octubre.

Tras rescatar a la víctima, la Justicia Federal autorizó allanar la casa de J.M.A., donde se encontraba la hija del hombre y su pareja, además de su nieta. En el lugar fueron secuestrados teléfonos celulares, memorias y un frasco

de vidrio transparente con marihuana.

J.M.A. no estaba en su vivienda, al enterarse que R.N.C. se había ido de su casa, fue hasta la comisaría tercera para radicar la denuncia por su desaparición. Al llegar a la dependencia policial e identificarse, fue detenido inmediatamente. En su poder tenía el documento de la víctima.

Un daño que permanece en el tiempo

A pesar de haber sido rescatada, los padecimientos de R.N.C. continuaron. Según los informes de psicólogos y psiquiatras, la joven “se encuentra atravesando un proceso de mucha angustia acompañado de crisis de llanto por los hechos acontecidos, así como por su historia de vida con alto contenido de abuso y maltrato. Tiene ideas de muerte debido al daño acaecido consecuencia del encierro, vejaciones y sometimiento por parte de J.M.A.”.

Finalmente, en abril de 2021 J.M.A. recibió la pena de 6 años por reducción a la servidumbre y abuso sexual agravado, mientras que su hija la de 2 años por ser considerada partícipe necesaria. Por su parte, la víctima estuvo acompañada por un equipo de profesionales que se encargaron de contenerla, para que al atravesar el final del proceso judicial no sufriera una revictimización.

 

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